Calderas de biomasa
Las calderas de
biomasa son equipos compactos diseñados específicamente para su uso, ya sea
doméstico en viviendas unifamiliares, edificios de viviendas o comerciales,
existiendo también modelos para instalaciones industriales y hoteleras. Todas
ellas, presentan sistemas automáticos de encendido y regulación, incluso
de retirada de cenizas, que facilitan el manejo al usuario. Para
aplicaciones de calefacción, agua caliente sanitaria o climatización de
piscinas, estos equipos son de potencia baja a media, hasta 150-200 kW llegándose a 1Mw en los modelos industriales. Este
tipo de sistemas alcanzan rendimientos superiores al 90 % , valores similares a
los de las calderas de gasóleo o de gas.
Un caso concreto, cada vez más extendido, son las calderas de
pelets. Debido a las características de este combustible: poder calorífico,
compactación, etc, las calderas diseñadas para pelets son muy eficientes y más
compactas que el resto de calderas de biomasa.
Para la elección de
una caldera de este tipo se debe tener en cuenta una serie de características:
·
Fiabilidad del sistema.
·
Rendimiento de la combustión de la caldera. Cuanto más alto sea
éste, el consumo será menor y mejorará la eficiencia.
·
Bajas emisiones de CO (por debajo de 200 mg/m3)
y bajas emisiones de polvo (por debajo de 150 mg/m3).
·
Cumplimiento de la normativa de emisiones de gases y partículas.
·
Sistema de regulación y control sencillo para el usuario.
·
Automatización del sistema de limpieza.
·
Fácil mantenimiento y operatividad
·
Garantía en el suministro de combustible.
Transporte y distribución de combustible
El mayor inconveniente de la biomasa, desde el punto de vista del
consumidor, no supone ya ninguna incomodidad gracias a la implantación de
nuevos sistemas. Hoy día, la forma de distribución de los combustibles de
pequeña granulometría, como pelets, astillas, se lleva a cabo bien en sacos
normalizados de 15 kg, big bags de 1.200 Kg descargado mediante camión-grua o bien mediante un camión cisterna
que, de forma neumática, descarga el combustible en el silo o la tolva del
usuario, limpiamente y sin ningún esfuerzo. En el caso del sistema neumático,
el conductor del camión instala y desinstala el sistema de descarga en menos de
5 minutos.
Para
evitar la sobrepresión en el interior de los silos textiles, y para evitar el
escape de polvo durante la descarga, se dispone de un sistema de extracción de
aire y su filtro de polvo accionado por un pequeño motor eléctrico. El camión neumático lleva
incorporado un sistema que proporciona un ticket al usuario con la cantidad en
kg de biomasa que se han descargado en la instalación del usuario a modo de
albarán, a la espera de recibir la factura de la empresa suministradora.
Almacenamiento de
la biomasa
La
biomasa puede almacenarse de diferentes maneras, dependiendo de las
instalaciones existentes o la disponibilidad de espacio. Así, la biomasa se
puede almacenar en un depósito dentro del edificio, en un almacén separado del
edificio o en una habitación cerrada cerca de la caldera. Pueden utilizarse
silos, en superficie o subterráneos; habitaciones acondicionadas, transportando
el combustible hasta la caldera mediante un tornillo sinfín; contenedores
situados al lado del edificio, con rampas de descarga, transportando la biomasa
con un vehículo de intercambio de carga, etc.
El sistema de almacenamiento tiene una influencia directa en el
tipo de transporte y en los sistemas de suministro. Los silos sobre el terreno
necesitan vehículos de suministro que puedan descargar lanzando el combustible
sobre la pila. Los silos subterráneos se pueden llenar con cualquier tipo de
vehículo volquete, o caja basculante.
Es muy importante la impermeabilización del almacén para evitar la
entrada de agua del subsuelo o de las
paredes en los sótanos. El almacenamiento de las astillas debe estar bien
ventilado para permitir su secado y evitar la aparición de mohos.